Se le conoce como el mural Dos Alas, ubicado en la esquina de la calle 105 y 3ra Avenida, en El Barrio, East Harlem, Nueva York. Lleva allí desde el 1999. Hoy precisamente cuando estaba apoyando la restauración de este, un joven que dijo tener 26 años, afirma: “Ese mural lleva allí desde que yo era pequeño”
El mismo es una pintura con las caras de Albizu Campos y Che Guevara, enmarcados con las banderas de Cuba y Puerto Rico, acompañado de una estrofa del famoso poema Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, de Lola Rodriguez de Tio.
Es una expresión de unidad entre las luchas por la libertad de Puerto Rico y Cuba, solidaridad en la denuncia al criminal bloqueo de Estados Unidos a la isla hermana. Es además una afirmación y defensa de la presencia de la comunidad boricua en el corazón de East Harlem. Es por tanto una expresión política-artística-radical que también simboliza El Grito del Barrio.
Los sectores reaccionarios han atacado el mural en varias ocasiones. Lanzan pintura contra la figura del Che Guevara. Buscan que con ese acto terrorista amilanar las iniciativas y la resistencia del pueblo. Muy al contrario, la rabia que genera ese acto vandálico desesperado se convierte en acción.
Cada vez las brigadas de voluntarias(os), liderados por la activista Marina Ortiz, salen a restaurar el mural y con ello a hacer acto de militancia. Este sábado, un frio sábado del 19 de noviembre de 2022, en saludo al nacimiento de Lolita Lebrón, se dieron cita nuevamente para restaurar el mural que fue vandalizado hace un par de semanas. Sospechamos que el atentado pretendió ser una respuesta, desquiciada, al evento de Solidaridad con Cuba efectuado el pasado 28 de octubre en la Iglesia del Pueblo en East Harlem. Actividad que fue organizada por el Frente Independentista Boricua, la Iglesia del Pueblo, Casa las Américas, Partido Socialista de Trabajadores y Pastores por la Paz.
Con la música de Roy Brown, cantando El Negrito Bonito y otras tantas canciones de lucha y resistencia como telón de fondo, comenzó el proceso de limpieza y restauración. El espíritu de hermandad entre las decenas de compañeras y compañeros que se dieron cita para hacer renacer el mural, al tiempo de honrar a Lolita Lebrón y su legado histórico, resultó ser una hermosa muestra de amor de pueblo revolucionario. Cientos de personas, que por allí pasaban, vecinas del barrio, se paraban a celebrar que el mural sea reparado, firmaron entusiastas la hoja de apoyo que se estaba circulando, se llevaron copias del boletín en defensa del mural; acompañaron la experiencia.
En los caminos de la revolución es indispensable saber defender cada trinchera. Hacer que cada espacio se respete, dialogar y actuar junto a las comunidades, son procesos fundamentales para la liberación de los pueblos.
Por: Frente Independentista Boricua
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