(A la heroica Brigada Médica Internacional Henry Reeve)
Por Luis Torres; Poetas en Marcha
Con los pobres de la tierra
despiertan mis ojos
como despiertan las ansias de mi pueblo
tan lleno de ríos y sediento.
Mi corazón avanza más allá de mis pasos
y si extiendo la mirada sobre el lomo roto de mi casa
me sorprende el encuentro del mar con la tierra
y el beso de las fronteras que se adorna
con una bandada de alas cruzando el camino.
Son manos cubanas rompiendo el viento,
manos peregrinas de batas blancas
que viajan con su batir de emociones
y con su mejor son de aliento caribeño,
que llegan de puerto en puerto
como un sol repartido de esperanzas.
Son hombres y mujeres cargando con su ciencia,
y en cada herida que visitan
dejan un recuerdo de sonrisa fresca,
el compromiso de su gente
y el futuro encendido.
¡Esperen. No se vayan!
Quiero compartir los sueños de mi pueblo,
el torrente de mis versos y de mi sangre.
Lleven de estas manos entregadas al prójimo,
lleven con ustedes este abrazo que se ofrece desde abajo
siempre solidario,
internacionalista
y comunista.
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