Por William Pérez Vega; Poetas en Marcha
Quise escribir solidaridad
y me salió una isla
esa donde la lección
está en el pan de cada día
con su huerto de espigas
como casas para la gente
el millón de manos que sudan
un abrazo después de los miedos rotos
la sonrisa que nos quieren arrebatar
con la rapiña que viene del norte
el regazo suave de sus colinas
que un día dijeron Sierra Maestra
con su escondrijo de rebeldías
vestidas de verde olivo
el día grande de la marcha
que cada vez grita victoria por las calles
porque se atrevieron a hacer lo imposible
la niñez que canta
una guajira de palabras nuevas
con su canción de agradecidos
en el monumento del cariño
desde el fondo del aliento
que aprendimos para siempre
el son que baila en la plaza grande
bajo la luna de queso y pan
en las cacerolas de la noche
porque hay fiesta
en los bateyes de la aldea
el mar que nos une al mundo
con su ejército de batas blancas
como espuma en el beso de todas las playas
para decir te quiero en el idioma de la justicia
porque cuando decimos solidaridad
siempre se escribe con cuatro letras
una cumbre de sueños en los ojos
la escalera de pájaros
hasta la utopía que hicimos realidad
y un planeta de lumbre
que grita Cuba como un poema
que se recita en medio de la esperanza.