Poema de William Pérez Vega
A veces nos toca ser un intento de poesía pero la vida nos deja en silencio, entonces rebusco en mi caja de palabras quizás una que diga bienaventuranza alguna que se escriba en el lenguaje que amanece en los pétalos del rocío quizás manantial, llovizna de luz, agua que nos moje la sed de justicia alguna voz de caracolas en la botella al mar que siempre lanzamos hacia la orilla de los pueblos libres y solo doy con tu presencia que nos salva esa convocatoria de esperanzas para la amistad sin fecha de expiración como cuando te detenías en cualquier lugar que nos sorprendiera la lucha a decir mi nombre en tu mano apretada de hombre bueno porque cuando nos veíamos nunca hubo fronteras siempre fuiste un cariño que camina una consigna por el derecho de los invisibles como las veces que juntos gritamos por la vida
sé que respiras en el pueblo que anda en la marcha que toma la calle del medio en la charla habitada de lecciones que nos devuelve la tranquilidad como aquella vez que tuve miedo y fuiste el primero en llegar a mi lado porque sabías que necesitaba un abrazo
por eso, cuando hagamos el país de la felicidad en esa orilla que llaman justicia así como esta vez, cuando rebusque en mi caja de palabras para decir asombro y hacer un poema siempre hallaré la palabra que diga tu nombre Edgardo.