En el Acto de Abanderamiento de la 32 Brigada Juan Rius Rivera le correspondió al cro. Juan Camacho preparar y leer la dedicatoria al Comandante Raúl Castro Ruz. También adelantamos el Certificado y la Medalla de la Victoria que entregaremos en Santiago de Cuba.
2 de julio de 2023
Por Juan Camacho
Raúl Modesto Castro Ruz nació en el 1931, en Birán, provincia de Holguín, al oriente de Cuba. Ha luchado toda su vida no solamente para lograr la revolución, sino para mantenerla, que en ocasiones es más dificil. Ha ocupado los más altos cargos, tanto en el gobierno como en el área política. Ha sido un militar de carrera que ha logrado y conservado tanto la lealtad de su pueblo como de sus tropas. Gustaba charlar, hacer chistes y tomar un trago con sus oficiales. Carga en sus hombros las bien ganadas insignias de General de Ejército.
Así pues, en el análisis que se haga sobre cualquier aspecto de la revolución cubana está obligado incluir el nombre de Raúl Castro Ruz entre los primeros. Ha sido un verdadero héroe de la Patria. Sin embargo, mientras el mercado mundial está lleno de camisetas, frases, fotos, libros, biografías, de los siempre barbudos Fidel, Che y Camilo, ni el nombre ni el rostro de Raúl aparece.
Sociológica y políticamente pudieran existir muchas razones para explicar ese fenómeno, desde la seriedad que implica el porte militar, su rostro lampiño, o como algunos infieren, tanto compañeros como adversarios, podría obedecer a la carga que implica crecer y desarrollarse muy cercano al líder histórico de todo el proceso revolucionario.
Sin embargo, el resumé patriótico de Raúl no necesita tener su rostro en una camiseta o en una portada de un libro, o en una intensa biografía realizada por un premio Pulitzer, para ser validado, porque ya la historia de la revolución lo validó.
Raúl demostró, desde muy joven, que se podía crecer con méritos propios. Demostró también, que se podía ser revolucionario siendo imberbe, es decir, que no había que tener el rostro lleno de pelo para que lo consideraran valiente y revolucionario, y demostró también que hay militares y hay militares.
Es interesante destacar que Raúl ha participado, de manera presencial y combativa, en los tres procesos políticos fundamentales que constituyeron y formaron la base de la revolución cubana: el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 (con solo 22 años); el desembarco del barco Granma en el 1956 y la guerra revolucionaria con base en la Sierra Maestra.
Esa participación no fue por tener los apellidos Castro-Ruz, fue porque desde joven, pero muy joven, demostró tener capacidad para aprender y ejecutar, capacidad para cumplir órdenes y capacidad de mando y de dirección, atributos que todos juntos, forman un revolucionario capaz.
Son pertinentes las palabras de Hilda Gadea, entonces esposa de Ernesto Guevara, en relación a una conversación que Raúl sostuvo con él en México invitándolo a participar de la expedición del Granma:
“La conversación con Raul fue interesante a pesar de su poca edad, sus ideas eran muy claras acerca de para qué y para quienes se iba a hacer la revolucio… y que esta lucha no solo era para Cuba, sino para Latinoamérica y en contra del imperialismo yanki. Conversar con el fue estimulante; es alegre, comunicativo, seguro de si, muy claro en la exposición de sus ideas con una capacidad increíble para el análisis y la síntesis. Por ello se entendió tan bien con Ernesto.” terminó diciendo la dama.
Fidel y Raúl nunca se separaron. Ambos lucharon y vencieron por el mismo objetivo. En el 1950, mientras vivía con Fidel en un pequeño apartamento en La Habana, como resultado de una solicitud que hizo el propio Fidel al padre de ambos para que éste viniera a estudiar a la Universidad, Raúl se convirtió en un activista del movimiento estudiantil. Absolvía con rapidez cuanto ocurría a su alrededor; participaba activamente en los mítines y manifestaciones estudiantiles contra el gobierno, sin embargo, siempre consideraba a Fidel como su más importante educador. Compartía la idea de Fidel que la lucha armada era la única salida a la situación creada por el golpe militar y sin dejar de moverse en otras direcciones, se integró a las actividades que Fidel programaba, entre ellas el asalto al cuartel Moncada en el 1953.
Su confianza hacia la figura y las decisiones de Fidel era total. Nunca dudó ni en aquellos difíciles primeros años y menos en sus últimos días. Esa confianza nace y se mantiene cuando se observa una ejecución política seria y comprometida como era la de Fidel; pero no hay que dudar que entre ellos, desde la niñez de Birán, sentían una confianza mutua, la cual nunca se disipaba ni aun con las batallas de almohadas que libraban en el dormitorio que compartían con su hermano mayor.
Cuando Fidel organizó el plan para el asalto al cuartel Moncada, dividió los hombres en tres grupos e incluyo a Raúl en uno de ellos, el que tomaría el Palacio de Justicia para desde allí, desde lo alto, darle respaldo a los demás, teniendo en la mira a los militares que pudieran repeler el ataque. Descontrolado el plan militar, fueron tomados prisioneros, pero un acto valiente de Raúl, arrebatándole la pistola a un oficial nervioso y tomando control de la situación, les salvó la vida.
Cuando en el 1957 Fidel entendió, en plena Sierra Maestra, que para conducir de manera efectiva la guerra de liberación nacional, tenía que extender el teatro de operaciones fuera de los límites de la Sierra Maestra , creó tres columnas o frentes bajo el mando de tres de sus mas aptos oficiales: Che Guevara, Juan Almeida y Raúl Castro.
La decisión de seleccionar a Raúl como uno de esos militares, en nada tenia que ver con su relación familiar y mucho menos con cuanta barba tenía Raúl en su rostro. La decisión tenia que ver con la capacidad demostrada por Raúl tanto en la lucha de la Sierra, como en los dos eventos anteriores que marcaron la ruta de la revolución: el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y el desembarco del Granma tres anos después.
En resumen, la misión de los frentes fue exitosa, pero la de Raúl lo fue más. Contrario a las columnas del Che y de Almeida, que tenían como objetivo mantenerse en zona de la Sierra Maestra, la columna de Raúl tuvo que cruzar la Carretera Central y asentarse en una región totalmente alejada del territorio originario y desconocida.
Pero Raúl se lució. Creo los Comités de Campesinos Revolucionaros y estableció los primeros contactos con el movimiento clandestino. Dirigió un Frente que llego a controlar unos 12 mil kilómetros cuadrados, en nueve territorios:
No dio tregua al enemigo en nueve meses y 22 días de campaña
sostuvo más de 250 acciones combativas,
tomo 31 cuarteles y liberó ciudades y pueblos
se instauraron los Departamentos de Justicia, Sanidad Rebelde, Obras Publicas, Tesorería, Educación, Propaganda e Inspección; así como los buros Agrario y Obrero.
Se organizaron, además, 20 hospitales y puestos médicos y unas 400 escuelas.
En un momento se llegó a decir que el Segundo Frente era “un estado dentro de otro”. Pero ante ese planteamiento de tanta repercusión política, el joven imberbe Raúl contestó de manera política, pero con mucha humildad: “que el estado dentro del estado no fue el segundo frente, sino el ejército rebelde, porque cada frente llegó hasta donde podía de acuerdo con las condiciones de sus respectivos territorios y el tiempo que permanecieron en estos”.
Aunque las ordenes principales llegaban, obviamente de la Comandancia General, Raúl demostró mucha inteligencia y creatividad para implantarlas, mucha capacidad política-administrativa y mucha capacidad de mando.
Así las cosas, el segundo frente fue un componente importantísimo en el desarrollo de la guerra, tanto a nivel militar como en la repercusión política de la labor realizada con los pobladores del inmenso territorio bajo su mando.
Ese fue el comportamiento de un joven que desde temprana edad estuvo no solo en la producción de ideas, sino en la implantación de estas, demostrando buenas y muchas capacidades.
Los cargos asumidos por Raúl posterior a la revolución son muchísimos, siendo el mayor y el último la presidencia de la república. Bajo su liderato surgieron eventos muy importantes:
Se logró restablecer relaciones diplomáticas con el gobierno de los EU
Cuba fue clave para la consolidación del proceso de paz colombiana y el fortalecimiento de la integración regional: como la CELAC y el ALBA.
Se profundizaron las alianzas comerciales y políticas con China y Rusia
Se firmó el nuevo acuerdo de cooperación Cuba-Unión Europea, así como la cooperación Sur-Sur con países como Vietnam, Irán, Argelia y Angola.
En el 2012 recibió al Papa Benedicto XVI y en el 2015 al actual Papa Francisco.
Es importante mencionar que siempre, bajo su mandato, respaldo al igual que Fide, la independencia de Puerto Rico.
No podemos terminar estos comentarios sobre sin mencionar que Raúl siempre dedicó tiempo para atender a su familia y preocuparse por la educación de sus hijos, que hoy son personas trabajadoras, sencillas y de gran calidad humana. Raúl y Vilma formaron a sus hijos desde los más altos valores y ejemplos personales.
En el 2018, tras cumplir dos mandatos al frente de la presidencia Raúl Castro Ruz dejó el cargo por decisión propia, para dar paso al actual mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez. A la vez, impulsó el establecimiento de límites de edad y de permanencia en los cargos de mayor nivel político, siendo reducidos a dos períodos de cinco años y la edad de 60 como edad máxima para ingresar al Comité Central del Partido y los 70 para los cargos de dirección en dicho organismo.
Actualmente Raúl tiene 92 años y comparece a una que otra actividad pública. En el corazón de la montaña, en un poblado de Santiago de Cuba, donde yacen las cenizas de su adorada Vilma y otros revolucionarios, y donde estableció exitosamente el Segundo Frente del Ejército Rebelde, hay una cripta con su nombre grabado…
¡Viva Raúl!
¡Viva Fidel!
¡Viva la solidaridad latinoaméricana y caribeña!
¡Viva Puerto Rico Libre!