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breve reflexión sobre la Nueva Trova Cubana y Puerto Rico

Reflexión leída el día 15 de junio de 2023 en la Casa Aboy, por la cantautora Zoraida Santiago, en la presentación del libro "La pasión sin matices", de Rosa María Fernández Sofía.

Voy a comenzar con una breve reflexión sobre la Nueva Trova Cubana y Puerto Rico, ubicarla esa relación en su contexto histórico y resaltar la importancia que tuvo la Nueva Trova para construir los derroteros de la Nueva. Canción Puertorriqueña. Luego voy a referirme a la importancia de Sara González, esa figura centralísima de la canción cubana y latinoamericana, que tan hermosamente trabaja el libro que se presenta hoy. La cercana relación entre la Nueva Trova Cubana y Puerto Rico fue construyéndose mediante los flujos de canciones y de artistas que se dieron a principios de los años setenta, siendo en parte responsable la relación política estrecha que se dio entre el movimiento de liberación nacional de Puerto Rico y las instituciones políticas y culturales de la Revolución. En 1966 se funda la Misión de Puerto Rico en Cuba, por iniciativa de Juan Mari Bras y el MPI. El año 1972 marca un momento decisivo de esta historia, porque la Misión gestiona un viaje de Taoné a Cuba, a donde van Pepe y Flora, Andrés Jiménez, Noel Hernández, EL Topo y Roy Brown. En ese viaje visitan el ICAIC, conocen a Leo Brower y, según narra Roy, “conozco a Silvio, a Pablo, a todos,” y comienza la estrecha amistad, con Silvio especialmente, que perdura hasta hoy. Es en ese viaje que se da la afortunada oportunidad para Taoné de grabar con el Grupo Irakere. El LP que resulta de ese trabajo se titula Taoné en Cuba (DL-011), publicado por Disco Libre en 1973. Este disco es uno de los cuatro que se publican por Disco Libre entre 1971 y 1973: en 1971, el LP Ché querido, con canciones de Víctor Jara, Silvio, Pablo, y otros; en 1972, el LP Cuba canta a XX años del Moncada (DL-009), con canciones de Silvio, Pablo y

Noel; y en 1973 se publica un LP del GESI que incluye canciones de Silvio, Pablo, Noel y Sara. Sobre este LP, cuenta Roy que durante ese viaje de Taoné, en el ICAIC le dieron un tape con las grabaciones del GESI para levantar fondos para el Partido. Este gesto es indicativo del enorme compromiso de Cuba con la lucha por la independencia de Puerto Rico. Dice Roy: “...yo escogí las canciones y se sacó un disco bajo el sello Disco Libre ().. El trabajo integro del grupo Experimentación Sonora me lo dieron. El primer disco que se grabó con la voz de Silvio y Pablo Milanés salió en Puerto Rico.” 1 Ese importante trabajo de Disco Libre fue instrumental en el proceso de difundir en Puerto Rico el trabajo de la Nueva Trova Cubana, y pronto se multiplicaron las versiones boricuas de sus canciones, destacándose en esa labor el grupo Haciendo Punto en Otro son, que logró las primeras difusiones amplias del trabajo de los trovadores cubanos. Recordemos sus versiones de Canción del elegido, Canción del pasado, María del Carmen, Ríe y bosteza-Masa, Los caminos, Yo digo que las estrellas, Elegía, En busca de una nueva flor, Te quiero porque te quiero, Canción, Yolanda y otras. Sobre este tema habría mucho más que decir. El festival Siete días con el Pueblo, el Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes de 1978 en La Habana, y muchos más encuentros y flujos cimentaron la relación de los cantautores cubanos con Puerto Rico. Pero dada la brevedad de la ocasión, quiero pasar ahora a hablar sobre Sara González. El libro que se presenta hoy nos muestra varias de sus facetas: como cantora, como músico, como compositora, como productora, como aglutinadora y propulsora de los

1 Entrevista realizada por la autora a Roy Brown el 9 de octubre de 2021.

trabajos de las mujeres trovadoras, como gestora cultural, como luchadora por los derechos de las mujeres. Como cantora, Sara González cambia radicalmente muchas cosas. Obviamente viene de una tradición trovadoresca y cancionística que la antecede. Silvio Rodríguez la describe como “una continuidad de toda aquella presencia de la mujer en la trova: María Teresa Vera, Marta Valdés, Teresita Fernández” y otras. Pero yo pienso que su imagen, su poderosa voz, su estilo de cantar, de componer y de escoger y hacer suyas canciones fundamentales de otros autores, todo ello provoca un giro radical en el paradigma de la cantora. Este libro nos ayuda a entender cómo se da este proceso. Así que, si Sara es una continuidad, también provoca una transformación radical que abre el espectro de la voz femenina cantora, y descubre y afirma su capacidad de proponer y legitimar su discurso, tanto musical como poético y sonoro. La voz de Sara González, su forma de cantar, su estilo poderoso y directo, su imagen también poderosa, ejercen una gran influencia en el paradigma estético de la cantora, cambiándolo para siempre.

Lo que lleva a Sara a tener una proyección nacional e internacional es su participación en los proyectos del GESI. En el libro hay referencias a cierta resistencia inicial de la gente del GESI ante la propuesta del Silvio de incorporar a Sara porque hacía falta una voz femenina, sobre todo porque era una artista poco conocida. Cuando Silvio, en un encuentro casual en una parada de autobús, le propuso que grabara la canción Antesala de un tupamaro (Un hombre se levanta) que él había compuesto para el serial Los comandos del silencio en TV, se abrió una oportunidad para Sara darse a conocer (Silvio habla de un

despegue) y el proceso de anclarse en la memoria del pueblo cubano e internacional. Y ese encuentro fortuito, esa especie de suerte, le abrió las puertas a incorporarse al GESI. Fue su oportunidad, sí. Pero ojo, que esa oportunidad requirió de ella mucho trabajo y esfuerzo, y estuvo más que dispuesta, sabiendo que para ella la música era primero. Talento y trabajo, unidos a la oportunidad de poder unirse al esfuerzo de los jóvenes trovadores y aquellos que fueron tejiendo una red de apoyo, como Haydée Santamaría y Alfredo Guevara, la fueron ubicando como la definiera Amaury Pérez, “como la principal cantautora de Cuba, la gran cantautora de Cuba, en un momento dado fue la única...”,2 todo ello sin renunciar a ser ella misma, Sara González, cantora honesta, la que no se callaba, la solidaria, la revolucionaria. Fue así como se convirtió en una de los protagonistas del proyecto de crear una forma de hacer canción que significaba una revolución en la música popular. De manera que ubicarla en el lugar que ocupó en ese proceso es un acierto del libro, ya que convierte a Sara en el eje narrativo sobre el MNT en las conversaciones que la autora entabla con los entrevistados. A la vez que va examinando el proceso de creación del Movimiento de la Nueva Trova, va hilando una imagen de la principal cantora cubana que según se va leyendo, se va haciendo más imponente su figura, no solamente como artista, sino como un ser humano que vivió con una clara conciencia de su tiempo y su lugar, de su vocación y su tarea, de su humanidad vivida con absoluta entrega. Cuando se cierra el libro, queda resonando en la mente su voz inigualable.

2 (Entrevista en TV en su programa, https://www.youtube.com/watch?v=SS6T1GPtzBE

Como músico y compositora, es necesario enfatizar el hecho de que Sara González no fue solo una voz. Su preparación musical, su educación formal y luego su experiencia como participante en los grupos de estudio del GESI, le permiten participar de manera activa en la construcción de una estética sonora de la Nueva Trova y la Nueva Canción a nivel internacional. Sara era una creadora comprometida con la excelencia musical. Todos los entrevistados coinciden en resaltar este hecho: tenía una cultura musical vasta y profunda. Aunque se dedicara mayormente a la interpretación, su trabajo de composición no puede ser menospreciado. En las canciones de su autoría se evidencia un conocimiento profundo del arte de componer. Su labor creativa produjo canciones importantes como Amor de millones, ¿Qué dice usted?, Dime dónde cantar, Al Caribe mi cantar, Dame más, Con apuros y paciencia y otras, de una gran calidad musical y poética. Y la enorme Girón, la victoria, que como el himno que es, expresó con fuerza y claridad la vocación de libertad y de lucha antiimperialista del pueblo cubano. Y crear un himno de ese calibre, que perdure en la memoria popular y que conmueva y reafirme esa vocación, no es tarea fácil. Requiere, además de una mente creativa, un hábil manejo del lenguaje musical y poético, que ella indudablemente poseía. Como musicalizadora es exquisita. Su trabajo con los poemas de José Marti es un ejemplo de la manera en que un poema es transformado en una canción sin que pierda la musicalidad que ya contiene. También es una maravilla la musicalización del poema de Fina García-Marruz, A una heroína de la Patria, dedicado a Haydée Santamaría. Concluyo recalcando la importancia de trabajos que, como La pasión sin matices, de Rosa María Fernández, rescatan la memoria histórica reproduciendo las voces de los

protagonistas, y en eso, se hacen responsables de que no se pierda, y de que se continúe dando el justo valor al trabajo de los y las que forjaron un proyecto musical de enorme importancia, proyecto que, además, jugó un papel importante en la transformación de una sociedad que nos permite saber que un mundo nuevo es posible, todavía. Que no se pierda la utopía que estas canciones sostuvieron. Muchas gracias.

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