(Dedicado al Dr. Félix Ojeda Reyes
por sus méritos, su calidad como ser humano
y por su dedicación y compromiso con la Patria)
Nos dice Félix Ojeda Reyes en su libro General Juan Rius Rivera: héroe militar de Cuba, poderoso banquero y empresario en Honduras, que en “el diagrama puertorriqueño del Siglo XX hay un personaje muy controversial, poco conocido hasta el momento, heroico y prestigioso, que deja una huella de profunda significación en la historia de la región del Caribe. Es un boricua de acendrado patriotismo, un hombre extraño y enigmático que nace en Mayagüez, muere en Honduras y cuyos restos se hallan depositados en la Necrópolis Colón, el cementerio histórico de la hermana isla de Cuba.” Nos dice más adelante Ojeda Reyes, no sin un dejo de tristeza en torno al pobre recuerdo de este patriota en las generaciones presentes de puertorriqueños, que su dimensión como ser humano es aún desconocida entre su pueblo.
El pasado 26 de agosto se cumplieron 172 años del natalicio del General de Brigada Juan Rius Rivera. Nacido en Mayagüez en el seno de una familia acomodada propietaria de fincas dedicadas a la explotación del café; de padre peninsular y madre puertorriqueña; luego de sus primeros estudios en Puerto Rico, se traslada a España. Allí, en Barcelona y Madrid, cursará estudios en derecho. Con apenas 20 años, en ocasión de unas vacaciones en su ciudad natal, se vincula a una de las sociedades secretas que entonces conspiraban en los preparativos independentistas que desembocarían en el Grito de Lares.
Por tales sucesos, Rius Rivera fue procesado como parte de la investigación llevada a cabo tras los sucesos insurreccionales por el Juez español Nicasio de Navascués y Aisa, quien fuera designado por el gobierno para el procesamiento de los implicados. Nadie sabe a ciencia cierta, indica Ojeda Reyes, pero el dato es que para 1869, Rius Rivera embarca hacia Estados Unidos, donde su estadía en Nueva York coincide con la de su compueblano, Eugenio María de Hostos, y el caborrojeño y amigo, Ramón Emeterio Betances.
En esta ciudad se funda el 16 de marzo de 1869 la “Junta Central Republicana de Cuba y Puerto Rico”, la cual sería puntual en la organización de la llamada Guerra de los Diez Años o la Guerra Larga desarrollada en Cuba. Desde esa ciudad partirían las primeras expediciones de combatientes hacia Cuba, formando el joven Rius Rivera parte de la que fuera dirigida por Melchor Agüero a finales de 1869. Los 21 expedicionarios que viajaron en el barco Anna, desembarcan en la provincia de Las Tunas el 19 de enero de 1870. Allí, de inmediato, Rius Rivera se incorpora a las tropas del general mexicano José Inclán Risco como ayudante y miembro de su Estado Mayor. Nos dice Ojeda Reyes que pronto Rius Rivera pasará a las órdenes de general Calixto García Íñiguez como su secretario personal.
Con el grado de Teniente Coronel, Rius Rivera se distinguió en los frentes de guerra tanto como soldado de infantería como de caballería. Más adelante, a raíz de la captura del general Calixto García, Rius Rivera pasa a quedar bajo el mando del general Vicente García donde continúa distinguiéndose como militar. Como resultado de la insubordinación de García y otros dirigentes militares ante los principales mandos de la lucha independentista, Rius Rivera es designado para investigar lo acontecido.
En 1875 Rius Rivera es herido en combate reintegrándose más adelante nuevamente a las filas de los combatientes cubanos, esta vez junto al general Antonio Maceo. Fue nombrado por Máximo Gómez, Jefe Supremo del Ejército Libertador, al mando militar de la región de Holguín. En 1877 nuevamente es herido de bala en una mano mientras participaba de una carga a machete contra las tropas españolas.
Cuando el 9 de febrero de 1878 el general español y Capitán General de Cuba, Arsenio Martínez Campos, propone una amnistía general en el marco de poner fin a la guerra, suscribiendo el documento que ha pasado a la historia con el nombre de el Pacto del Zanjón, es el general Antonio Maceo junto a otros destacados militares mambises quienes objetan la capitulación. Entre ellos, ya con el rango de Coronel, se encuentra Rius Rivera. En el encuentro de Maceo con Martínez Campos, el primero condiciona la paz a que España reconozca la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud. Indica Ojeda Reyes que Rius Rivera expresó:
“La paz con España es una cobardía, no lo dudéis: seremos forzados en breve por nuestros hermanos de todas partes, dentro y fuera de la Isla. Nuestra actitud los devolverá a la realidad del letargo que fatalmente les adormece á los pies del tirano; pero si, insensatos, se olvidan de su deber, si y pidiendo para ellos, como para Caín, la maldición del Cielo!
Nos indica Ojeda Reyes que tras la firma del Pacto del Zanjón, junto a Antonio Maceo, el general Arcadio Leyte Vidal, y los tenientes Migual Santa Cruz Pacheco y José Lacret Morlot, el patriota mayagüezano parte hacia Jamaica. Lleva en su espíritu la satisfacion de casi una década dedicada a la causa de la independencia de Cuba. Ya en el exilio, se le nombra Brigadier General. Desde Jamaica, Maceo se desplazará hacia Nueva York, mientras Rius Rivera opta, considerando en ese momento que en Cuba se abrían nuevos espacios liberales, por regresar a Cuba. En sus propias palabras indica en un documento: “…salí de la Isla sin capitular…he vuelto a ella sin compromiso de ninguna especie y conservando mi libertad de acción que espero mantener.”
Ya entonces, desde la inmigración cubana en Nueva York, comenzaban a darse pasos para lo que eventualmente sería la llamada “Guerra Chiquita” entre 1879-1880, de la cual Rius Rivera sería una vez más, parte de la conspiración revolucionaria.
Su derrotero en la vida le lleva a aceptar, contrario a lo que fue su postura hacia España en años anteriores, la posición de Oficial Tercero de la Sección de Orden Público de la Secretaría del Gobienro Central en Manila, Filipinas. De regreso a Barcelona en 1882 se posiciona para ocupar una plaza similar en Puerto Rico, la cual nunca se materializó. Rius Rivera opta por establecer su residencia en Honduras donde a la edad de 39 años contrae matrimonio con Aurora Font y Fernández. Honduras también fue el refugio de algunos de sus compañeros de armas durante la Guerra Larga en Cuba.
El 10 de abril de 1892, en Nueva York se proclama la fundación del Partifo Revolucionario Cubano bajo la dirección de José Martí. Previamente había salido a la luz pública el periódico Patria el 14 de marzo de ese mismo año. Ambos, Patria y el PRC vinculan en una sóla acción patriótica a cubanos y puertorriqueños. Allí también, el 8 de diciembre de 1895 nacería Guerra de Independencia de Cuba y Puerto Rico, Sección Puerto Rico, la cual conocemos más por el nombre de la “Sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano”.
Ya para el 17 de diciembre, en la segunda reunión de esta instancia organizativa, se señala que Rius Rivera estaría llegando a Nueva York en fecha cercana. A su llegada a la ciudad, de inmediato, Rius Rivera se pone a las órdenes de Tomás Estrada Palma quien ha sustituido a Martí a raíz de su muerte en combate en 1895, quien le había escrito solicitando sus servicios nuevamente para la causa de la independencia cubana y puertorriqueña. Se le pide en aquel momento que encabece una expedición militar a Puerto Rico, lo que el mayagüezano acepta. El propósito era abrir un segundo frente de guerra que aliviara la presión que en esos momentos había sobre Cuba por parte del ejército español.
El 5 de mayo de 1876 Rius Rivera se traslada a la República Dominicana donde se encuentran a resguardo para la lucha en Puerto Rico 300 fusiles y 600 mil cartuchos. Rius Rivera considera esos medio militares suficientes para iniciar la guerra, pero para ello indica, además, es necesario contar con gente comprometida con su desarrollo. No encontrando condiciones, Rius Rivera regresa a Nueva York el 25 de junio de 1896 donde dimite de la encomienda. Elementos de naturaleza personal entre Rius y el Dr. Julio Henna, quien en ese momento dirige a Sección Puerto Rico, también están presentes. Ojeda Reyes describe la situación de la siguiente manera:
“El general mayagüezano llega a una conclusión correcta. En Puerto Rico no hay condiciones para dar un golpe de armas. Sin potencia de fuego, carentes de dinero, pero sobre todo, sin organización política y faltos de apoyo popular, los partidarios de la independencia no pueden promover un proceso militar exitoso.”
La renuncia de Rius fue rechazada por Henna indicando que eran insuficientes e injustificadas sus razones.
Una vez más, ante la falta de opciones en Puerto Rico, Rius Rivera se desplaza hacia Cuba el 8 de diciembre de 1896, desembarcando en la provincia de Pinar del Río junto a otros 35 patriotas. Nos idica Ojeda Reyes en su ensayo titulado Rompiendo Lanzas por la Independencia de Cuba, publicado en el libro Peregrinos de la Libertad, que la expedición llevaba a bordo del buque Three Friends, 460 mil cartuchos, un cañon de dinamita, 1,017 fusiles, 100 proyectiles para piezas de artillería, 2 mil libras de dinamita, machetes, equipos, medicinas y otros materiales de guerra. Luego del desembarco, Rius Rivera se coloca de inmediato bajo las órdenes del general Antonio Maceo, destacándose una vez más como gran combatiente, llegando a recibir de manos del general Antonio Maceo la responsabilidad militar de la provincia de Pinar del Río. El 7 de diciembre de 1896, sin embargo, junto a su Ayudante, Francisco Gómez Toro, hijo del General en Jefe Máximo Gómez, cae en combate el general Antonio Maceo.
El 28 de marzo de 1897 Rius Rivera es herido gravemente en combate recibiendo su cuerpo tres disparos de fusil. Salva su vida el hecho de que el Coronel Federico Bacallo Sánchez, al señalar la identidad del general a sus captores, impidiera así que soldados españoles remataran al general Ruis Rivera. Del lugar donde fueron atendidos por sus heridas, Rius Rivera y el Coronel Bacallao son trasladados a la cárcel San Carlos de La Cabaña localizada en La Habana. Estando en prisión enferma de un tumor en el hígado. Rius Rivera había sido condenado a cadena perpetua por las autoridades españolas.
El 10 de diciembre de 1897, Rius Rivera es deportado a España. Llega a Barcelona el día 31 de diciembre donde se le confina como prisionero en el Castillo de Montjuich. Entablada la intervención estadounidense en Cuba como resultado de la Guerra Hispano-cubana-americana de 1898, Rius Rivera solicita de Tomás Estrada Palma que gestione su libertad aprovechando el armisticio con el cual se había puesto fin las hostilidades entre Estados Unidos y el Reino de España.
El 10 de diciembre de 1898 finalmente se firma el Tratado de París con el cual concluye oficialmente la guerra entre España y Estados Unidos. En él, España renuncia a su soberanía sobre Cuba. Dos días después, Rius Rivera estaría llegando a la ciudad de Nueva York procedente de Francia, a donde se trasladó tras su liberación de la prisión en la cual se encontraba en la ciudad espeñola de Ceuta, localizada en el norte de África.
A su llegada a Cuba en sus funciones como gobernador militar, el general John Rutter Brooke le nombra gobernador de la provincia de La Habana. Durante el gobierno del general Leonard Wood que le sucede en la posición a partir del 13 de diciembre de 1899, Rius pasa a ocupar la Secretaría de Agricultura y se vincula con los partidos políticos recien fundados en Cuba. Desde su accionar político Rius Rivera defiende y promueve, aun desde el gobierno militar, la total y absoluta independencia de Cuba. En una encuesta del periódico El Figaro, junto a Máximo Gómez, Tomás Estrada Palma, Bartolomé Massó y el Marquez de Santa Lucía, el general Rius Rivera figura como uno de los primeros cinco ciudadanos favorecidos para ocupar la presidencia de la futura república.
El 15 de septiembre de 1900 se convoca a la Asamblea Constituyente de Cuba siendo Rius Rivera elegido delegado. Allí asume imporantes funciones, entre ellas, la Primera Vicepresidencia del cuerpo. Establecida la República de Cuba, ocupa varios puestos públicos, incluyendo la Secretaría de Hacienda. Decepcionado por el desarrollo de los acontecimientos en Cuba, Rius Rivera opta por regresar a Honduras, donde se vincula exitosamente al mundo empresarial.
El general de brigada Juan Rius Rivera fallece por un enfisema pulmonar el día 20 de septiembre de 1924. Contaba entonces con 76 años de edad. Su muerte, como señala su biógrafo Felix Ojeda Reyes, representa para la generaciones futura, la partida material del “militar puertorriqueño de más alto rango en el Ejército Libertador de Cuba.”
En su memoria se organizó en Puerto Rico por parte del Comité de Solidaridad con Cuba hace ya 29 años, la “Brigada Juan Rius Rivera”. Se trata de un esfuerzo solidario con la Revolución Cubana y su pueblo, donde anualmente decenas de puertorriqueños(as) han viajado anualmente a Cuba, sumando ya en total 28 ocasiones, para desarrollar en el hermano país diversos trabajos de solidaridad con el pueblo cubano. La Brigada es, además, una manera en que los puertorriqueños seguimos reciprocando al pueblo cubano esa entrañable relación de amistad y compromiso en la lucha por la libre determinación, la independencia y la sobenaría nacional de nuestras respectivas patrias.
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