Asistió el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a acto por el Décimo Aniversario del regreso de Los Cinco a la Patria
Gema, Ámbar y Gerardo tienen ahora aquella carta que su padre, Gerardo Hernández Nordelo, les escribió a inicios de siglo desde las cárceles del imperio, incluso antes de saber que los tres iban a nacer, pero con la fe de que Adriana y él estarían de nuevo juntos para amarse y criarlos.
Gerardo le había dado a leer la misiva a su hermano René González Sehwerert en aquellos días aciagos de 2001, en el precinto del tribunal que los enjuiciaba. René quedó tan conmovido, que debió virar el rostro para que Gerardo no le viera salir las lágrimas mientras la leía.
Decidió recogerla en el diario en el que le contaba a su amada esposa, Olguita, el día a día del juicio amañado, vengativo, injusto, que se les seguía a ambos en Miami junto a otros tres hermanos que tampoco nunca flaquearon, Ramón Labañino Salazar, Fernando González Llort y Antonio Guerrero Rodríguez.
«Cuando lean estas líneas habrán pasado algunos años desde que fueron escritas. Ojalá no sean muchos. En esta fecha ustedes aún no han nacido, y hasta su mamá tiene dudas de si algún día nacerán», comenzaba Gerardo la carta «A mis hijos por nacer».
«Todo se debe —les explicaba— a que estoy viviendo momentos difíciles de mi vida, lejos de mi país y mi familia, de los que sin embargo, estoy muy orgulloso y espero que algún día ustedes también lo estén», añadía el joven en la misiva a sus hijos imaginados, pero deseados, de quienes se despidió escribiendo: «Los quiere mucho, Papá. (Gerardo Hernández Nordelo, prisionero en cárceles del imperio)».
Gema cumplirá en unos días, diez años de edad, y a Ámbar y Gerardo recién se les celebraron los ocho años de nacidos. Este 17 de diciembre, por iniciativa de René, Adriana, Carlos Albero Cremata, otros amigos y los órganos del Ministerio del Interior que conservan el original del Diario de René, hicieron una copia fácsimil de la carta y se la entregaron a Gerardo para que se la diera a sus hijos.
Fue uno de los momentos, de otros muchos, que sacudieron a quienes se reunieron la tarde noche de este martes en un atestado teatro del Ministerio de Comunicaciones, para conmemorar el Décimo aniversario del regreso de Los Cinco a la Patria.
Al acto, que contó con una presentación de la Compañía La Colmenita, asistieron el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; los miembros del Buró Político, Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central, Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, y Lázaro Alberto Álvarez Casas, entre otros miembros del Buró Político.
Gerardo, Antonio, René, Ramón y Fernando estuvieron acompañados por familiares, amigos e Irma Sehwerert y Mirta Rodríguez, dos de sus madres, encarnación de la delicadeza, amor y constancia de las otras tres que ya no están, Carmen, Nereida y Magali y todas las madres de Cuba, como se dijo en el encuentro.
Participaron, además, abogados que ejercieron la defensa de los cinco compañeros en los tribunales de EE.UU., miembros del movimiento de solidaridad internacional y representantes de nuestro pueblo y sus organizaciones políticas, sociales y de masa.
17 DE DICIEMBRE: LA VICTORIA DE UNA BATALLA EXTRAORDINARIA
La primera oradora en el homenaje fue Graziela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional por la Liberación de los Cinco, movimiento creado para luchar por el regreso a casa de los jóvenes, y convertido hoy en el Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad de los Pueblos.
Recordó el histórico momento vivido el 17 de diciembre de 2014, cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente cubano, General de Ejército Raúl Castro Ruz, anunciaron el acuerdo para restablecer las relaciones diplomáticas, jornada en la que también llegaron a la patria Los Cinco Héroes, un día que calificó de victoria, «La Victoria de una batalla extraordinaria».
«Aquella mañana luminosa del 17 de diciembre del 2014», dijo en el inicio de sus palabras, puso fin a la injusticia que duró 16 años, tres meses y cino días, cuando Antonio, Gerardo y Ramón bajaron de la escalerilla del avión para abrazar a la amada Patria».
«Junto al gobierno revolucionario encabezado por el General de Ejército Raúl Castro, presidente de Cuba en aquel momento —rememoró la activista social—, lo esperaban sus queridas familias, y en cada casa, el pueblo cubano, y Fernando y René, que habían cumplido sus injustas condenas y no dejaron de trabajar un segundo hasta lograr la libertad de sus hermanos».
Graziela contó sobre el gran desafío que significó para «la solidaridad internacional, que trabajaba contra el bloqueo, en el envío de insumos a la isla, la cooperación y el regreso de Elián, la batalla por la Libertad de Los Cinco».
Pero, comentó más adelante, «nos permitió conocer más profundamente la historia de Cuba, su resistencia heroica y la agresión brutal de la que es objeto desde el triunfo de la Revolución, nos permitió también conocer más de cerca al pueblo estadounidense, que desconoce al dolor que provocan sus gobiernos a nuestros pueblos».
Avanzando en un discurso profundo por las ideas que desarrolló y hermoso por las palabras que desgranó para transmitir los sentimientos y anhelos de millones de personas que se involucraron en el reclamo, señaló:
«Ninguna de las acciones realizadas en todo el mundo, fue mayor que las del pueblo cubano, que se manifestó desde el primer al último día, desde los matutinos en las escuelas, el trabajo de la prensa, cada 1ro de mayo, cada día de las Madres y los Padres, cada 12 de septiembre, cada 1ro de enero, cada 26 de julio, y todos los días del año».
Gloria de la Riva, coordinadora del primer Comité Nacional para la Liberación de Los Cinco creado en Estados Unidos, recordó que fue en Miami, «un caldero de veneno» contra la Revolución cubana, donde Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René trabajaron para «proteger a su pueblo y a la Revolución del flagelo del terrorismo».
«Durante años —señaló— mantuvieron el silencio que había que tener, enfrentando el peligro, dejando sus familias atrás, haciendo grandes sacrificios para llevar a cabo una misión vital de paz.
«Pero como el terrorismo es un arma favorita de Washington contra Cuba, fueron los antiterroristas, los Cinco Cubanos, quienes fueron arrestados y sometidos al tratamiento más cruel e inhumano durante 16 años».
Hoy, subrayó Gloria de la Riva, «Cuba sigue resistiendo, resistiendo, resistiendo para vencer», no solo por sí mismo, sino en solidaridad total con los pueblos del mundo, como Palestina.
En un repaso de la historia de las luchas por la liberación de nuestros héroes y los desafíos que hoy enfrenta el mundo, y en homenaje a tantos que se sumaron y ya no están entre nosotros, De la Riva enfatizó, «de la lucha por la justicia social, hagamos el mayor esfuerzo para unirnos por todo el mundo, como hicimos por Elián, por los Cinco Héroes, a forjar la unidad internacional a exigir el fin del genocidio contra Cuba, y promover la ayuda solidaria».
Al intervenir en nombre de Los Cinco, Gerardo Hernández Nordelo rindió tributo al pueblo cubano y la Revolución, y a todos quienes se sumaron a la lucha por la liberación de ellos, en especial a Fidel y a Raúl.
Las palabras centrales del Acto por el Décimo aniversario del regreso de Los Cinco a la Patria, estuvieron a cargo del miembro del Buró Político y canciller, Bruno Rodríguez Parrilla.
Recordo la «entrega infatigable y la valentía de sus madres, esposas, hijos y demás familiares que nunca flaquearon y siempre confiaron en la victoria».
Honró a los abogados que participaron en la defensa de los patriotas cubanos, y reconoció a los movimientos de solidaridad, los comités por la liberación de Los Cinco, los sindicatos, las organizaciones religiosas y de diversos tipos y personalidades que hicieron suya esta causa y se mantuvieron movilizados durante 16 años, dándola a conocer en todos los continentes en lo que devino, dijo, «una verdadera campaña de los pueblos».
Expresó todo el reconocimiento a los gobiernos, parlamentos, fuerzas políticas e instituciones que contribuyeron al esfuerzo común por poner fin a tamaño injusticia, así como al servicio exterior cubano, a sus embajadas y consulados, que asumieron esta lucha con la más alta prioridad de la diplomacia revolucionaria.
Los Cinco, señaló más adelante, están aquí esta tarde, desde hace diez años están en la patria, como confirmación de que por muy difíciles que sean las circunstancias, como nos enseñó el Comandante en Jefe, la fe en la victoria y la sólida unidad, son las razones esenciales del triunfo.
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