Declaración del Foro de São Paulo Reunión ampliada del Grupo de Trabajo Caracas, 18 y 19 de noviembre de 2022
Introducción
La humanidad enfrenta enormes desafíos como la emergencia climática, la crisis multidimensional, de manera especial en la economía, las desigualdades sociales, y la ruptura de la legalidad internacional. Las injusticias del orden económico internacional se mantienen y no se ha detenido el saqueo despiadado de los recursos naturales y la obtención de riquezas por parte de empresas transnacionales.
América Latina y el Caribe sufre los impactos del escenario internacional, en particular los graves acontecimientos en Europa, aún sin que la región se haya recuperado de los graves retrocesos que impuso la pandemia de la Covid-19 reflejados en el crecimiento de los niveles de pobreza, de desigualdad, de desempleo y de seguridad alimentaria, y los efectos de desastres naturales y las presiones inflacionarias.
Frente a las maniobras del imperialismo y las oligarquías para revertir los logros sociales y políticos alcanzados por gobiernos progresistas y ejercer su dominación y hegemonía sobre Nuestra América, la resistencia y la lucha de los pueblos llevaron al triunfo electoral en América Latina y el Caribe de fuerzas progresistas y de izquierda que procuran desarrollar políticas de beneficio popular, defienden la soberanía y la integración latinoamericana y caribeña.
Se desarrollaron nuevas formas de movilización y articulación de latinoamericanos y caribeños para alcanzar la unidad entre las fuerzas políticas progresistas, los gobiernos de izquierda, los movimientos sociales y populares, las organizaciones campesinas, de trabajadores, de mujeres, de pueblos originarios y estudiantes y jóvenes.
A.- Los más recientes acontecimientos en América Latina y el Caribe confirman que la unidad y la heroica lucha de los pueblos abren las compuertas a la democracia, a la soberanía y a la justicia social.
B.- Estamos en un momento histórico para retomar y profundizar las transformaciones en el campo de la economía y la geopolítica, desde principios del siglo hasta ahora, y acelerar la transición hacia la multipolaridad democrática del mundo, con base en nuevas relaciones internacionales de cooperación y solidaridad.
C.- Las victorias electorales de las fuerzas populares y las rebeliones sociales, que se han registrado en América Latina y el Caribe desde 2018 hasta ahora, signan un nuevo tiempo en el cual es posible reconstruir el proceso de integración y unidad de la región, teniendo plena conciencia de la necesidad de actuar de manera mancomunada para enfrentar los grandes desafíos globales.
D.- La conformación de las más diversas modalidades de alianzas políticas, que defienden la democracia participativa y los derechos sociales, son expresión de la unidad que es posible alcanzar frente a la amenaza que constituyen las corrientes neofascistas, que se colocan al margen de las leyes y de las constituciones, y se valen de todos los recursos que tienen a su disposición para promover, intentar y/o poner en marcha planes golpistas y desestabilizadores.
E.- Nuestra región cuenta con las bases materiales necesarias para un despliegue productivo a gran escala, los recursos naturales constituyen una pieza clave en el nuevo rol que puede jugar América Latina y el Caribe en la economía mundial, saliendo de la perspectiva extractivista actual, y debemos trabajar para profundizar la cooperación entre nuestras naciones en el campo de la ciencia, la técnica y la cultura, y por una nueva realidad que indica que la unidad política es ahora no solo necesaria, sino, urgente.
En el 2023 tenemos importantes motivaciones que contribuyen a la movilización de las fuerzas progresistas y de izquierda de la región como el 170 aniversario del natalicio de José Martí, el bicentenario de la independencia de Centroamérica, el 70 aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 50 aniversario del golpe de Estado al gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende en Chile, el 40 aniversario de la invasión norteamericana a Granada y el rechazo y condena a la imperialista doctrina Monroe en el bicentenario de su declaración.
En tal sentido, el Foro de Sao Paulo, en su reunión ampliada del Grupo de Trabajo, en Caracas, DECLARA:
1.- Respaldamos los triunfos de Lula en Brasil, Gustavo Petro en Colombia, Xiomara Castro en Honduras, Gabriel Boric en Chile, Pedro Castillo en Perú, Luís Arce Catacora en Bolivia, y Alberto Fernández en Argentina, que han modificado el mapa político de la región; y al mismo tiempo, damos nuestro apoyo a la Cuarta Transformación de México, que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
2.- Ratificamos nuestra solidaridad con la Revolución Cubana, la Revolución Bolivariana de Venezuela y la Revolución Sandinista de Nicaragua, ante los embates de las fuerzas de la derecha y del imperialismo.
2.a. Demandamos el inmediato levantamiento del recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de EE. UU. contra el pueblo cubano. Exigimos la exclusión de Cuba de la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo. Reafirmamos la solidaridad con la Revolución Cubana y rechazamos el asedio de las campañas mediáticas y manipuladoras, dirigidas a subvertir su orden constitucional.
2.b. Expresamos nuestro pleno reconocimiento al avance victorioso de las luchas del pueblo nicaragüense en la preservación de su soberanía y autodeterminación nacional. Saludamos sus conquistas y demandamos el cese inmediato de las políticas agresivas de EE. UU. y la Unión Europea y el levantamiento de medidas unilaterales y bloqueos contra Nicaragua libre, soberana y sandinista.
2.c. La estabilidad política, la recuperación progresiva de la economía y la profundización de la democracia revolucionaria que vive Venezuela, en este momento, es producto de la intensa movilización de la unidad cívico-militar y de la conciencia patriótica del pueblo, protagonista fundamental del proceso revolucionario. El diálogo nacional y la resistencia frente al plan puesto en marcha por el imperialismo y la derecha neoliberal hizo posible romper el cerco político y diplomático sobre el país y el despliegue de una lucha nacional contra el bloqueo. Venezuela está en el escenario internacional con su propuesta de cooperación, de unidad de los pueblos, de equilibrio de la economía mundial y de paz.
3.- Ratificamos nuestro pleno respaldo a la propuesta de una solución negociada, seria constructiva y realista y por la vía del diálogo a la guerra en Ucrania, en apego a las normas del Derecho Internacional, que expuso el Presidente López Obrador y que cuenta con el apoyo del Jefe de Estado de Venezuela, Nicolás Maduro.
4.- Proponemos contribuir con todas nuestras capacidades de movilización y de generación de conciencia, para desarrollar un plan continental de erradicación de la pobreza y de las desigualdades sociales, particularmente agudas en nuestra región, tanto en la generación de empleos, en la cobertura universal de la salud para todos los ciudadanos y todas las ciudadanas, y el reforzamiento de la educación pública y de calidad.
5.- Saludamos el regreso de Brasil a la lucha contra el cambio climático, anunciado por Lula en la Cop27, y manifestamos nuestro apoyo a la posición común expuesta en esa Cumbre por los Presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro, sobre la emergencia climática que vive la humanidad, reiterando nuestra indeclinable posición de defensa de la Amazonía.
6.- Expresamos nuestra posición de respaldo a la agenda binacional en marcha, entre Venezuela y Colombia, una vez que se reanudaron las relaciones diplomáticas, y nuestra solidaridad con el proceso de paz total en la República de Colombia, que adelanta el gobierno del Pacto Histórico.
7.- Comprometemos todos nuestros esfuerzos en alcanzar el mayor éxito en la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños -CELAC-, que se reunirá el próximo año en Buenos Aires, en la seguirán renovando el proceso de integración en nuestra región. Reiteramos nuestro respaldo a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno en la II Cumbre de la CELAC realizada en La Habana, en el 2014.
8.- Compartimos la proposición de exmandatarios e intelectuales de la región de promover el renacimiento de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR.
9.- Valoramos el intenso trabajo desplegado por la unidad política y la cooperación de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, ALBA-TCP, que ha logrado sortear dificultades y enfrentar inmensos desafíos.
10.-. Destacamos la solidaridad del gobierno y del pueblo de Cuba en la lucha contra la pandemia del Covid-19, y subrayamos como un logro ejemplar de la ciencia cubana la generación de tres vacunas.
12.- Ratificamos nuestro compromiso histórico con la libre determinación y la independencia del pueblo de Puerto Rico.
13.- Reiteramos el apoyo irrestricto a Argentina en su demanda de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgia del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
14.- De igual forma, ratificamos nuestro apoyo al derecho de los hermanos del Caribe a recibir un trato justo, especial y diferenciado, y acompañamos sus reclamos de reparación por los daños del colonialismo y la esclavitud.
15.- El Foro de Sao Paulo respalda al pueblo haitiano y su oposición a una nueva misión militar en Haití. Cualquier acción sobre Haití pasa por asegurar su derecho a la soberanía y la autodeterminación con un gobierno elegido democráticamente por su pueblo.
16.- Condenamos, de la manera más enérgica, el intento de magnicidio del que fue víctima la Vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
17.- Convocamos a todas las fuerzas políticas, a los parlamentos nacionales y regionales, a discutir de manera conjunta: a) el tema de la deuda externa; b) la necesidad de crear un fondo común de estabilización macroeconómica; c) la puesta en marcha del Banco del Sur; d) estudiar las posibilidades de formar cadenas de producción regionales; e) la construcción de una plataforma científica y técnica común; y f) el incremento del intercambio comercial entre nuestros países.
18.- Expresamos nuestro rechazo y repudio a las corrientes neofascistas que intentan destruir las democracias latinoamericanas y caribeñas, en sus más variadas expresiones, entre ellas, las campañas de grupos mediáticos empresariales contra los liderazgos políticos populares, la manipulación de las instituciones de justicia contra los partidos y los líderes progresistas.
19.- Las políticas sociales de los gobiernos progresistas demostraron su eficacia y su sentido de justicia, y tales experiencias dejaron claro los límites y la incapacidad de las recetas neoliberales del FMI y del BM, contra las que se alzaron en potentes movimientos sociales los pueblos latinoamericanos, luchas en todos los terrenos que también se han expresado en el campo electoral, con las victorias ejemplares de las fuerzas populares y revolucionarias.
20.- Los retrocesos experimentados en los últimos años en aquellos países donde la derecha arrebató el gobierno a las fuerzas progresistas y de izquierda, son muestra indiscutible de la necesidad de mantener la unidad, cohesión, movilización y participación popular en defensa de la justicia social y el interés nacional.
21.- Asumimos, como espacio de articulación política de los partidos de las izquierdas y los movimientos sociales, la decisiva tarea de la unidad de todas las corrientes democráticas y de las organizaciones populares que luchamos por la soberanía, la democracia participativa y la igualdad y la justicia social.
Grupo de Trabajo
Foro de Sao Paulo
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